Semana Blanca 2020

Tras tres días soleados y temperaturas anormalmente altas, amanecemos en la última jornada de esquí con los cielos cubiertos y un tiempo fresco -que casi se agradece-. Subimos a la estación que, pese a ser viernes, parece más vacía que los días previos. Pero los malos augurios no hacen mella en nuestros intrépidos chicos, que se incorporan a las clases con ilusión por aprovechar la última jornada. Las nubes han bajado hasta las zonas medias de la estación, así que al subir a cotas más altas asistimos a un auténtico espectáculo visual. La nieve está en buenas condiciones, pero no se puede decir lo mismo de la visibilidad. El el efecto de la luz al atravesar las nubes y rebotar en la nieve hace que se haga muy difícil apreciar el relieve de las pistas, con la dificultad técnica que eso conlleva. Esto propicia que los dos profes de la expedición, que se han cuidado siempre de dar ejemplo esquiando sin pausa desde la apertura hasta el cierre de las pistas

Amanecemos -muy temprano, como siempre- con el parte metereológico que predice bajada de temperaturas y posibilidad de lluvias. Pero la meteorología en la montaña está siempre sujeta a cambios inesperados y finalmente no ocurre ni una cosa ni la otra: cielo despejado y un calor impropio del mes de marzo. Esto nos regala una mañana fantástica de esquí, que los chavales aprovechan tanto con las clases con sus monitores como con el posterior tiempo libre por las pistas. Alumnos admirando la impecable técnica postural de Fernando Un grupo de alumnas, con más atrevimiento que experiencia, han aprovechado las excelentes condiciones climatológicas para desarrollar un estilo propio de bajar por las pistas sin necesidad de esquíes. Aportamos documentación audiovisual: Tras la esperada y disfrutada comida, salimos de nuevo a la nieve, pero nos encontramos que las altas temperaturas la han estropeado bastante. Las condiciones de esquí con nieve blanda e irregular se tornan

A las 7:10 vuelve a sonar el despertador y hoy son más los cuerpos que se resisten a cambiar su posición horizontal por la vertical. Pero en este viaje no hay hueco para la pereza o el desánimo y a las 8:30 todos estamos camino de las pistas tras el correspondiente desayuno. Batiendo records en los tiempos de "puesta de botas" Con tan solo un día de práctica, los tiempos de puesta de botas se reducen de forma vertiginosa, lo que nos confirma la extraordinaria capacidad de aprendizaje de nuestros alumnos. El cielo está despejado y las temperaturas están en positivo ya desde primera hora de la mañana, lo que promete una nueva jornada fantástica de esquí. Otro día espléndido en las pistas Los chicos comienzan con sus clases grupales y, a medida que avanza la mañana, las temperaturas suben más y más hasta alcanzar unas cotas más propias de finales de primavera que de invierno. ¡Los chicos tienen que sudar la camiseta para ganarse la comida de hoy!

A las 7:10 suena el despertador y la pereza es derrotada mayoritariamente por las ganas de esquiar. En aquellos chavales en los que el sueño es pertinaz, resulta de gran ayuda el aporreamiento de puertas por parte de los monitores a las 7:15. A las 7:45 está todo el mundo desayunando y a las 8:30 vamos ya en el bus camino de la estación de Astún. Vista desde el autobús. ¡Euforia ante lo que nos espera! Ni siquiera la rotura del manguito del turbo del autobús nos impide llegar a la estación (haciendo, eso sí, una gloriosa entrada a 12km/h). El retraso que ocasiona el incidente hace que tengamos que acelerar en el proceso de “ puesta de botas ”. Es esta una tarea trivial a -priori- pero hay más de uno al que, con las prisas y la presión, se le hace bastante cuesta arriba. Finalmente -con la lengua fuera por el esfuerzo- conseguimos llegar a las pistas. Los chicos se dividen por niveles en las distintas clases y todos empiezan a disfrutar del primer día de nieve.

¡La expedición del Isaac Peral arranca -ilusionada y puntual- su emocionante viaje al pirineo aragonés! Seis horas después, tras el par de paradas obligatorias, llegamos a Jaca y nuestros alumnos se distribuyen -de manera armónica y con estricta separación por sexos- por las habitaciones del hotel. Por si no fuera suficiente la alegría de encontrarse una estampa de montañas nevadas que auguran una nieve perfecta, la dicha nuestros alumnos se multiplica por diez al recibir la noticia de que... ¡próximamente van a cancelar las clases por el coronavirus! Con intención de calmar su excitación por tal acumulación de emociones, el grupo visita la Ciudadela de Jaca y después da un paseo nocturno por el casco antiguo del municipio. Ciudadela de Jaca Paseo por el casco antiguo. De vuelta al hotel y tras la cena tipo bufet, el equipo de monitores reúne a los chicos en la sala de ocio. Allí les indican todas las instrucciones y recomendaciones relativas al esquí y

El lunes 9 de marzo comienza la aventura de 47 alumnos y 2 profesores del Isaac Peral, que se desplazan al pirineo oscense a practicar la disciplina deportiva de invierno por excelencia: el esquí. Nos alojaremos en Jaca y cada día nos desplazaremos a la estación de esquí de Cerler. Cada día trataremos de publicar una breve crónica desenfafada resumiendo lo más destacado de cada jornada. ¡El lunes comienza la aventura!